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Meditación para la Sanación

De acuerdo con el difícil momento que estamos viviendo, nos ha tocado poner nuestra vida en una pausa casi total, generando un nivel de estrés, ansiedad y caos interno que nos ha afectado a todos por igual, es por ello que me obligue a sumergirme en la búsqueda de herramientas que generarán un aporte a mejorar nuestra condición física y mental, desde la cuarentena a la que nos hemos obligado por el bien de nuestra comunidad y para iniciar este proceso vamos a comenzar hablando de la meditación.

¿Que es la meditación?
Es una práctica con la cual la persona entrena su mente o la induce hacia un estado o modo de conciencia, ya sea para conseguir un beneficio (Ej,: mejorar la concentración, disminuir la ansiedad, bajar los niveles de estrés, etc.) o para reconocer mentalmente un «contenido» sin sentirse identificado con éste (Ej: recordar un situación traumática o dolorosa como un duelo o el término de una relación), esto permite analizarlo con atención y detenimiento para comprenderlo de mejor manera y buscar la aceptación o superación de la situación. La meditación normalmente implica un esfuerzo interno para autorregular la mente, ayudando a cobrar conciencia y restableciendo la conexión con el interior de un individuo, mejorando así el entendimiento de la vida y permitiendo al practicante evolucionar.

El término meditación se refiere a un amplio espectro de prácticas que incluyen técnicas diseñadas para promover la relajación, construir energía interna o fuerza de vida (Qì, ki, chi, prāṇa, etc.) y desarrollar compasión, amor, paciencia, generosidad, perdón, etc. Una forma de meditación particularmente ambiciosa es la meditación que tiene como fin conseguir sostener la concentración en un punto sin esfuerzo, el cual se enfoca en habilitar en su practicante un estado de bienestar. La meditación se ha practicado desde la antigüedad como un componente de numerosas religiones y creencias, pero la meditación no constituye una religión en sí misma.

¿Por qué meditar?
Considerando nuestra actual situación física y mental, analizando nuestro contexto social y de la contingencia que estamos viviendo, creo es fundamental considerar iniciarse en esta práctica tan beneficiosa. Si bien la vida se ha vuelto muy estresante desde hace algún tiempo hasta ahora, el escenario que estamos viviendo es más estresante de lo más habitual y la forma «normal» en que estamos acostumbrados a reaccionar a las situaciones negativas, es con emociones “negativas” o de “baja frecuencia”, como: angustia, temor, ira, frustración, etc., generando un estado de estrés y desequilibrio químico para nuestro cuerpo (por el aumento de cortisol), haciéndonos proclives a contraer una enfermedad y si el covid-19 anda dando vueltas por ahí, entonces por qué no tomamos esta oportunidad de equilibrar y fortalecer nuestro cuerpo y nuestra mente con esta hermosa práctica.

Sustento Científico

La ciencia también se ha preocupado por estudiar los efectos positivos de la meditación, en la revista Psychoneuroendocrinology se ha publicado un artículo (número 38, 2013), donde demuestra los efectos beneficiosos del Kirtan Kriya (meditación del mantra cantando como canción). En el estudio, los participantes fueron asignados al azar en dos grupos, al primer grupo de meditación se le enseñó la práctica del Kirtan Kriya, que fue realizado todos los días a la misma hora durante ocho semanas. Al segundo grupo se le pidió que se relajara en un lugar tranquilo, con los ojos cerrados mientras se escuchaba música instrumental de relajación en un CD, también durante 12 minutos al día durante ocho semanas. Se tomaron muestras de sangre al comienzo del estudio y de nuevo al final de las ocho semanas, los análisis finales mostraron en el primer grupo una reducción de la actividad de las proteínas vinculadas directamente al aumento de la inflamación. Por consiguiente, con sólo 12 minutos de práctica al día durante ocho semanas se llega a una reducción significativa de los mecanismos biológicos responsables del aumento de la respuesta inflamatoria del sistema inmunitario. La inflamación de bajo grado mantenida en el tiempo acorta la esperanza de vida, acelera el envejecimiento y promueve enfermedades degenerativas como diabetes, depresión, deterioro cognitivo, osteoporosis, pérdida de masa muscular, fibromialgia, enfermedades cardiovasculares, enfermedad renal y cáncer.

Por otro lado, mediciones usando un electroencefalograma, para analizar la actividad cerebral durante la meditación, permitieron apreciar qué pasa con nuestras ondas cerebrales: las ondas beta (actividad normal, consciente y alerta, de 15-30 Hz) se transforman en ondas alfa (relajación, calma, creatividad, 9-14 Hz).4 y en meditaciones más profunda se pueden registrar ondas theta (relajación profunda, solución de problemas, 4-8 Hz), así como en meditaciones avanzadas se puede detectar la presencia de ondas delta (sueño profundo sin dormir, 1-3 Hz).

Mi Experiencia Pesonal: «Comenzando a Meditar».

Meditar es un ejercicio y un hábito que debe practicarse a diario, del cual no se recogen los beneficios después de sólo una práctica, sino que requiere de mucha constancia, esfuerzo y compromiso. Antes de iniciarte en el arte de la meditación, te recomiendo comenzar estudiando, leyendo, viendo vídeos o algún documental sobre el tema, a ver si el tema te interesa o te atrae.

Personalmente yo partí leyendo diversos artículos y estudios sobre el tema, además de realizar meditaciones de YouTube durante las noches, estas meditaciones eran normalmente guiadas, simplemente buscaba una con la que me sintiera identificada o conectada y luego la escuchaba hasta conciliar el sueño (situación que normalmente me cuesta bastante). Lo primero que noté al realizarlo, fue que las noches que practicaba las meditaciones, me costaba menos conciliar el sueño, tenía sueños más agradables o menos intensos y despertaba con una mayor sensación de descanso.

Por otro lado y para mí hubo un antes y después, luego de ver el documental “El Poder de los Mantras” (disponible en AmazonPrime), si te animas a verlo aquí puedes conocer diversas miradas sobre la meditación basadas en el Kirtan Kriya y el uso de mantras, además de experiencias de diversas personas frente a esta práctica. Una vez que vi el documental y convencida del poder de sanación de los mantras decidí volver a escuchar a Deva Premal y su maravilloso Gayatri Mantra, usado el desarrollo intelectual y vencer los obstáculos para la evolución, puedes verlo en YouTube.

Posteriormente y ya un poco más «conectada» y tranquila, me animé a practicar el mantra o la meditación «Sa Ta Na Ma», la cual literalmente significaría sería “Nacimiento, Vida, Muerte, Renacimiento”. Se dice que sirve de gran apoyo en momentos de cambio externo o interno, por ejemplo cuando queremos abandonar un hábito nocivo (como dejar de fumar). Aquí te dejamos el vídeo para que la conozcas, fíjate muy bien en las manos de la animación, ya que el mantra tiene una gran simbología y se considera que cada sílaba conecta o estimula un centro energético o chakra (“Sa” el primero, “Ta” el tercero, “Na” y “Ma” el quinto y cuarto). Además, mientras se pronuncia cada sílaba se presiona una yema del dedo, y cada dedo se vincula a un elemento esencial: pulgar, éter; índice, aire; corazón, fuego; anular, agua, y meñique, tierra:

Ahora con el «aumento de tiempo disponible» gracias a la cuarentena, he ido descubriendo otros mantras y probando cómo me siento con ellos (según como resuenan en mi interior), ya llevo un par de días practicando el Ra Ma Da Sa (el cual es un mantra de sanación para uno mismo y otros), lo cual me parece súper necesario, como una especie de oración y plegaria, para todos quienes están enfermos, así como también para el resto del mundo por los difíciles momentos que estamos viviendo.

Como siempre digo, las cosas son subjetivas y la meditación es algo muy personal que cada uno tiene que vivir a su manera y de acuerdo a su situación actual, eso sí antes de lanzarte en esta práctica, te recomiendo considerar tu salud mental actual, debido a que si bien esta práctica tiene numerosos beneficios también puede generar efectos adversos sobre personas con enfermedades mentales, como: depresión, trastornos de ansiedad o déficit atencional, siendo los más habituales la manía, despersonalización, ansiedad, pánico, además de la reexperimentación de eventos traumáticos; por lo tanto si sufres o crees sufrir algunas de las condiciones anteriormente descritas, convérsalo con tu terapeuta o un profesional de la salud mental antes de comenzar.

Como ves, en ocasiones las adversidades o tiempos difíciles como el que estamos viviendo, también nos traen la oportunidad de trabajar en nuestro cuerpo, mente y conciencia para ser mejores seres humanos y evolucionar a un mundo mejor.