Es el primer paso en cualquier tratamiento de rehabilitación o terapia física. Se trata de una revisión integral que es realizada por una kinesióloga para analizar el estado funcional de tu cuerpo, ayudando a identificar posibles alteraciones en la movilidad, el equilibrio, la fuerza muscular y el rango de movimiento de las articulaciones. Este proceso permite detectar lesiones, desequilibrios o condiciones que puedan afectar tu calidad de vida.  Su objetivo principal es diseñar un plan de tratamiento personalizado, ya sea para el alivio de dolores crónicos, recuperación tras una cirugía o la prevención de lesiones.

A través de este diagnóstico, se determina el enfoque terapéutico más adecuado, asegurando que el tratamiento sea efectivo y seguro. Esto garantiza que cada paciente reciba el tipo de atención adecuado para sus necesidades particulares, optimizando los resultados, mejorando el bienestar general  del pacie nte y facilitando una recuperación más rápida y eficaz.

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